Roberto Herrscher: “Mi primer contacto con el periodismo fue como víctima”

Bernat Puigtobella

Bernat Puigtobella

Editor de Núvol.

Roberto Herrscher (Buenos Aires, 1962) es periodista, reportero especializado en cultura, sociedad y medio ambiente, y profesor de periodismo. Actualmente es director del Master en Periodismo BCN_NYC, organizado por la IL3-Universitat de Barcelona conjuntamente con la Universidad de Columbia en Nueva York. Herrscher colabora en medios como La Vanguardia o el digital The Objective. Hablamos de él sobre los retos del periodismo y del futuro de los profesionales de la comunicación. Nos acompaña la fotógrafa Ariana Nalda.

BP: A usted siempre le ha interesado contar lo que sucede. El periodismo narrativo. Y ha dado buena muestra de ello en sus libros. En Los viajes de Penélope cuenta una experiencia terrible, que para usted fue fundacional: la Guerra de la Malvinas, donde fue destacado para luchar contra el ejército británico Cómo fue esa experiencia y cómo le marcó a la hora de escoger su profesión?

R.H. Yo no sé quien sería si no hubiera ido a la Malvinas. Yo entonces tenía 19 años, era un niño de la dictadura, un joven procedente de una clase social privilegiada en un país muy injusto y fragmentado socialmente. Una dictadura te crea una adolescencia larga y tardía. Recordando quien era yo en aquel momento, me doy cuenta que estaba metido en mí mismo. Malvinas fue para mí un choque con la injusticia y la tragedia del mundo. Porque yo fui víctima cuando estaba acostumbrado a que las víctimas fueran otros.

La guerra de las Malvinas me ha llevado a querer entender las causas y las consecuencias del mal, de los conflictos bélicos y del belicismo en general. Por supuesto no le doy las gracias a Galtieri por ello, pero Malvinas me abrió los ojos y me llenó de preguntas.

BP: Y contar esa experiencia, en libros, ensayos o en conferencias habrá sido uno de los cometidos de su vida…

R:H: Sí, cuando regresé de las Malvinas me junté con un grupo para contar qué es una guerra a la gente que había apoyado alegremente el conflicto como si fuera un partio de futbol. Yo estaba en contra de derramar sangre y matar a jóvenes por un pedazo de tierra y estaba aterrado y dolido por la reaccion de alegría patriota de los argentinos, la superficialiad con la que la inmensa mayoría de ciudadanos de mi país decidió conquistar esa islas y mandar a un grupo de jóvenes, entre los que estaba yo, a pelear y tal vez a morir. Y en mi caso tenía la posibiidad de hablar y explicar mi experiencia en castellano y en inglés. Me entrevistaron periódicos ingleses como The Sun. Y cada uno escuchaba lo que quería oir. De lo que yo contaba, el periodista de turno agarraba lo que quería para abonar su visión de las cosas. ASí pues, mi primer contacto con el periodismo fue como víctima. Vi como no escuchaban determinadas cosas que yo les contaba, porque los periodistas ya tenían todas las respuestas cuando venían a entrevistarme. Y por eso procuro no olvidar nunca cómo es estar en el otro lado e intento transmitirlo a mis alumnos.

P: Muchos jóvenes que ahora sienten la vocación del periodismo se preguntarán como llegaste hasta aquí. Cómo fueron sus inicios?

R: Yo empecé trabajando en Radio Nacional, en Argentina. Poco después pasé a trabajar en el Buenos Aires Herald, un periódico en inglés. de hecho, a lo largo de mi carrera he escrito tanto en español como en inglés. Posteriormente trabajé como freelance para una agencia de noticias, Interpresse Service. Finalmente en el año 93 salí de Argentina y me fui a Costa Rica, donde trabajé como editor de noticias para América latina desde Costa Rica. Fue allí, en la Universidad de Costa Rica, donde descubrí mi vocación de profesor, que se ha convertido en la segunda pata de mi vida profesional. Escribir y enseñar han sido desde entonces mis actividades principales. En el año 1997 me incorporé a Columbia University, donde cursé el máster de periodismo de Columbia.

P: Los años de Clinton y Lewinsky

R: Efectivamente, unos años apasionantes y locos para el periodismo. Un época en que, por ejemplo, los periodistas de The New York Times se peleaban por decidir si había que poner las fotos en color o no. Era el momento del nacimiento de la TV de 24 horas. Las exigencias de la rapidez pasaron a controlar el ejercicio del periodismo, lo que significó que muchas veces se trabajaba sin control y sin criterio. En el momento de máxima polémica por el caso Lewinsky, las televisiones llegarona transmitir en directo y en horario infantil el interrogatorio al que Kenneth Starr sometió a Bill Clinton. Sin ningún filtro. Cuando se produce este tipo de situaciones, significa que el periodista ya ha claudicado de sus funciones. Sólo se necesite un técnico que conecte la cámara.

P: Y cómo llegó de Columbia a Barcelona?

R: Fue más tarde que me propusieron de venir a enseñar aquí. Y con Josep Cuní fundamos le máster de periodismo BCN_NYC. Entonces el máster consistía en una combinación de clases magistrales y el modelo de Columbia. Ahora todo el máster es práctico, aunque también vienen grandes periodistas de todos los medios y todas las especialidades, como Ramón Besa de El País, que encarga a los alumnos una crónica deportiva y luego la corrige. Y cuando viene, por ejemplo, Santiago Tarín, los alumnos se suben en un coche de la guardia urbana y patrullan por la ciudad. Una noche de periodismo judicial y policial. También hemos contado con Marc Marginedas, corresponsal de guerra de El Periódico, que en estos momentos se encuentra secuestrado en Siria y nadie sabe dónde está.

P: Y en qué consiste el método Columbia?

R: El máster de Columbia es como una carrera de ocho meses y medio. requiere una dedicación completa, no se puede desempeñar a tiempo parcial porque son 20 horas de clase semanales. Es un máster para aquellos que quieran hacer un cambio profesional y una inmersión en un nuevo oficio. Es profesionalizador y generalista.

El método Columbia consiste en aprender haciendo. Hablamos de un aprendizaje práctico-teórico. Partimos de lo que es noticia. Por ejemple, en este curso todos los alumnos van a estar cubriendo las elecciones europeas como si estuviesen en una redacción de un medio normal. Nuestro periódico digital se llama Mundet, porque es una palabra que evoca el diminutivo del mundo y también porque el máster se empezó a impartir en sus inicios en el edificio de os Hogares Mundet. En fin, el Mundet es un digital que es a la vez el receptáculo de áudio y vídeo.

P: Y cómo se distribuye el trabajo dentro de la redacción?

R: Durante las elecciones europeas, se formarán grupos, y a cada equipo se le asignará un partido político para poder cubrir su campaña hasta el día de las elecciones. Aparte de este bloque electoral, tratamos de iniciar a los alumnos en el periodismo local, porque es en la proximidad donde se aprende el oficio. “Conoce tú pueblo y conocerás el mundo”, dice el viejo adagio. Por eso, al principio del curso, pasamos por el aula una gorra llena de papelitos. En cada uno de estos papelitos está escrito el nombre de un barrio, que es el que le tocará a cubrir a cada alumno.

P: Y qué es lo que distingue el máster de Columbia de un máster como el del diario El país o el ABC?

R: Lo que distingue nuestro máster es que, aún siendo eminentement práctico, como el de estos periódicos que mencionas, no está pegado a ningún grup de comunicación. Cumple el principio de los estudios de periodismo de Columbia, fundados por Pulitzer en el año 1912. Pulitzer entonces era el propietario de The New York World, pero su objetivo al fundar estos estudios no era formar gente para su empresa sino contribuir a mejorar la preparación de los periodistas. Preparar y aprender con tiempo, sin la necesidad de trabajar para un medio que encima te cobra por aprender.

P: Pero trabajar en un periódico de verdad les proporciona otro contacto con la realidad, no?

R: O no. Fíjate que surgen a veces ciertas preguntas de índole ética que tienen respuestas bien distintas si te las planteas en un entorno académico o si te las planteas en una redacción en la que tu jefe quiere aumentar las visitas a cualquier precio.

P: En su blog Press Think el comunicólogo norteamericano Jay Rosen plantea la necesidad de mantener intacta, pese a la revolución digital, la noción de prensa. Para Rosen, la prensa sería aquel ejercicio crítico del periodista que nos permite salir del gran caldo mediático en el que nos encontramos. Mi pregunta seria, dado que el máster de Columbia es sumamente immersivo, cómo se inculca a los alumnos esta necesidad de mantenerse al margen vigilante, observando…

R: Efectivamente, el gran reto hoy del periodista, este profesional que se encuentra permanentemente bajo un bombardeo constante de noticias, es saber discernir, diferenciar entre un evento y un pseudoevento. Distinguir entre lo que pasa y la construcción elaborada por las partes interesadas en dar una imagen particular de lo que pasa. Una parte importante del trabajo del periodista es sacar a la luz lo que no se sabe. Otra igualmente importante es lidiar con los constructores de noticias irrelevantes, aprender a lidiar con los gabinetes de prensa que intentan venderte cualquier tema de su interés.

P. Y cómo aprenden los alumnos a discernir en el máster?

R: Yo diria que hay cuatro bloques de temas que se discuten en el máster, y que corresponden a cuatro grandes exigencias de todo periodista en permanente formación. La primera tarea que encomendamos a los estudiantes es leer y discutir tanto los grandes clásicos como lo que se hace en periodismo ahora. En segundo lugar, les centramos en la discusión de lo que está pasando en el periodismo hoy en día. Después vienen dos tareas que están estrechamente relacionadas. Por un lado, el trabajo propio. Cada alumno va creando su material, con sus textos, sus fotos, sus audios i la edición de sus noticias. Por otro lado, el trabajo de los compañeros. Editar los textos de los demás, pensar como se pueden mejorar para hacerlos más comprensibles. En definitiva, aprender a mejorar tus propios textos a partir de los textos de los demás. Trabajamos pues sobre lo propio y lo de los otros. Cada uno mantiene su propio blog y una cuenta en Twitter.

P: ¿Y qué mundo cree que van a encontrar estos estudiantes cuando salgan a la calle a buscar trabajo en algún medio? ¿Cómo ve el periodista del futuro?

R: Yo creo que va a desaparecer el periodista funcionario, el periodista de planta, que está ahí en la redacció esperando teletipos. Aquella idea de licenciarse y entrar en la redacción de un diario y ir haciendo lo que a uno le mandan, tampoco vale. Antes el periodista se especializaba en un medio (fuera radio, prensa o TV) y en un lugar, allí donde le mandaban. Hoy día la complejidad de los temas es tal que más bien intuyo que el futuro del periodista no consiste en quedarse en un medio sino que más bien pasa por la especialización en unos temas y la capacidad paracomunicarlos en diferentes medios y formatos. Los periodistas ya no somos hombres orquesta, com Big Band Dike en Mary Poppins.

P: En algún sitio he leído una frase suya que decía: “Corren tiempos duros para la lírica, pero vienen tiempos apasionantes para el periodismo”. ¿Considera que el periodista debe ser un emprendedor de sí mismo?

R: Tienes que construir tu propia carrera, definir bien tu perfil, posicionarte con una identitat personal dentro de un medio para que el día que tu medio cierre o te eche a la calle tu te lleves contigo tus lectores, tus fuentes, tus seguidores en Twitter.

P: Sin duda alguna, la marca digital del periodista es crucial para su supervivencia. ¿Cree que la redacción pensada para el mundo digital genera verbosidad, palabrería. El molde del periódico obligaba a la concisión y vacunaba al perdiodista contra la verbosidad, no?

R: En el paso del papel al digital, hay dos límites que se pierden. Uno es el espacio, De pronto tenemos espacio infinito para escribir. Pero por otro lado impera las exigencias de la brevedad, puesto que lo que no es breve ya no se lee. Hoy en día parece que todo se limita a los 140 caracteres. Por lo tanto, en este paso del papel al digital es necesario mantener la figura del editor y del corrector de estilo, que pueden ser la misma persona o no. Depende.

P: Cómo ve el periodismo que se hace en Madrid y en Barcelona?

R: En el periodismo que se hace en Barcelona hay una cierta tranquilidad que no hay en Madrid. Siento que en Barcelona hay otro nivel de reflexión. Pero en general, tenemos un problema generalizado. El columnista de hoy tiene ideas más simples y las explica de manera más compleja. Antes trabajábamos con idea complejas y se buscaba la simplicidad al expresarlas.

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